Los docentes actuales están sometidos a un elevado nivel de estrés como consecuencia no solo de cumplir con su función docente, sino además por las circunstancias sociales en las que están inmersos y adicionalmente, por tener asignadas múltiples tareas ajenas a la docencia.
En su calidad de docentes, deben desempeñar diferentes roles, dependiendo de quienes sean sus interlocutores o cual sea la circunstancia:
Profesor-alumno: Organizador del aprendizaje, guía del alumnado, docente, mediador entre el alumnado y su entorno, mediador de conflictos y tutor, son roles altamente demandantes para el docente que le exigen una gran atención, un constante aprendizaje y grandes dosis de habilidades comunicativas.
Profesor-profesor: La colaboración entre ellos se convierte en la más importante herramienta para obtener la máxima participación y consenso, así como como compartir la responsabilidad que conlleven las decisiones tomadas. Por otro lado, la colaboración entre docentes redunda de forma positiva en la actualización y el aprendizaje de estos.
Profesor-padres: La relación entre profesores y padres de familia debe basarse en una alianza en la que comparta corresponsabilidad, reciprocidad, respeto, cordialidad, compromiso, colaboración y comunicación constante para mantener la coherencia en el proceso educativo del alumno, que le aporte confianza y seguridad en su proceso de crecimiento u evolución educativa.
Conseguir formar un equipo bien engranado entre los docentes y los padres, requiere desarrollar excelentes habilidades comunicativas y colaborar de forma empática y asertiva.
“El objetivo de la educación es formar personalidades capaces de comportarse de una manera que consideramos individual y socialmente valiosa”(Jose Antonio Marina-Proyecto Centauro)
La Metodología del comportamiento DISC es la herramienta que permitirá a docentes, alumnos y padres comprenderse a sí mismos a la vez que, les permite comprender a los demás para trabajar conjuntamente de manera proactiva.
Un gran director de cualquier centro educativo sabe que no basta con administrar el centro junto con su personal. Entienden que los resultados del equipo se convierten en sobresalientes cuando tienen un buen liderazgo que, desarrolla el potencial de cada individuo y fomenta su contribución personal al equipo, que asigna tareas según competencias y aptitudes, que establece objetivos M.A.R.T.E (Medibles, Alcanzables, Realistas, Temporales y Específicos), que fomenta la comunicación asertiva, la participación y la responsabilidad de cada componente del equipo y para ello, la observación, el conocimiento y la interacción de y con, cada una, de las personas que componen su equipo humano de trabajo es imprescindible.
La Metodología DISC, como herramienta, facilita de forma exponencial, el éxito de todas estas facetas, reduce la pérdida de tiempo y los errores y conduce al logro de los objetivos con la motivación que logran únicamente los equipos de trabajo hábilmente cohexionados.
Aun cuando el objetivo principal de un centro educativo, no sea el beneficio económico, la estructura y gestión del mismo, así como, muchas de las relaciones que se dan en la operativa diaria, son muy parecidas a las de una empresa. Ambos, empresas y centros educativos, tienen en común misión, visión y valores.
Valores: Los valores (personales, relacionales, operativos, de servicio, ambientales, etc) no solo deben ser practicados por el equipo humano que las conforman, sino que además deben ser transmitidos con coherencia, bien sea al entorno social, al alumnado o a los clientes.
Misión: Esta representa su compromiso con la sociedad, su propósito de existir y debe ser sostenible en el tiempo. Su objetivo es inspirar, tanto a quienes planifican y determinan el rumbo de la empresa o centro docente, como a los consumidores y/o alumnos y padres (que van a depositar en ella su confianza) y a los colaboradores, que dedicarán esfuerzos y tiempo de vida para concretar las metas.
Visión: La visión tiene que ver con el futuro; y ¿Qué hay más importante que, establecer los cimientos de los adultos del futuro?
La Metodología DISC como herramienta en este ámbito, tiene múltiples y muy válidas aplicaciones que se describen en la sección dedicada íntegramente a la empresa.
El núcleo familiar es el primer y más importante entorno social en el que aprende a desarrollarse un niño.
¿Debemos educarlos para el presente, para un futuro incierto o para construir el futuro que deseamos? Los padres no pueden proporcionarles un recetario de soluciones porque no es posible que exista. Solo pueden fomentar en ellos el talento, la personalidad y las herramientas para que las encuentren y/o las construyan. No podremos pelear las batallas de nuestros hijos, sino que deberemos prepararlos para que, como futuros adultos responsables, seguros, empáticos, colaborativos y proactivos, lo hagan ellos y es nuestra responsabilidad, hoy, como referentes, hacerlo lo mejor posible.
Los niños no llegan al mundo con manual de instrucciones, pero la Metodología DISC se distingue como una herramienta que facilita mucho esta titánica tarea.
“¡Yo NO soy mi hermano!”
Cada niño es único y tiene un ilimitado potencial de desarrollo y crecimiento, si como adultos sabemos acompañarlo y proporcionarle las herramientas más adecuadas a sus necesidades, estilo de personalidad y comportamiento.
La Metodología DISC permite a padres y docentes identificarlos.
Con el Test DISC adaptado para niños desde muy corta edad conseguiremos, por un lado, que el niño empiece a conocerse, quererse y confiar en sí mismo y de esta manera, a apreciar el valor de los que le rodean, evitando conflictos de “bullying” y adquiriendo valores humanos fundamentales y por otro lado, nos permitirá a los adultos (padres y profesores) establecer una comunicación e interacción mucho más efectiva, asertiva y proactiva en su educación y en la vida diaria.
En un contexto social en el que los cambios se suceden a la velocidad de vértigo y el principal factor es la incertidumbre los adolescentes de hoy en día, se enfrentan a un reto enorme en lo que se refiere a adquirir confianza en sí mismos y en su entorno, así como para encontrar su lugar dentro de este.
Decidir en qué tipo de adultos se quieren convertir, conocer cuáles son sus mejores capacidades y habilidades para seguir estudiando o trabajando en aquello que les haga felices el resto de sus vidas (DISC 4D) es uno de sus mayores retos.
Para conocerse uno mismo, identificar el comportamiento de las personas con las que se relacionan, resolver conflictos interpersonales, descubrir y entrenar cualidades urgentemente demandadas (las llamadas “soft skills”) como la empatía, la resiliencia, la flexibilidad, aprender a colaborar y construir relaciones, descubriendo qué rol de equipo es en el que pueden desarrollar todo su potencial la Metodología DISC es la herramienta idónea.